El juez ha ordenado que el hombre acusado de matar a su bebé y de agredir a su pareja sea evaluado en el psiquiátrico de Jerez antes de ser enviado a la cárcel, después de que en su declaración contara que actuó obedeciendo los mensajes que recibió en su teléfono móvil. «Estas personas no estaban en condiciones de cuidar de un hijo», aseguró ayer la abogada Yolanda Mata, que asistió como letrada de oficio al interrogatorio del presunto homicida, I.S.A., de 44 años. De hecho, a los padres del bebé, que ha sido enterrado en el cementerio de Arcos, se les había retirado la custodia del niño, que tenían los abuelos paternos, residentes en la misma localidad. Él ha dicho que la había recuperado. En su comparecencia ante el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Arcos, el hombre ofreció una declaración «cien por cien incongruente», según la abogada. Relató que sobre las cuatro de la madrugada del jueves se levantó de la cama, apagó y reinició su teléfono móvil y empezó a recibir mensajes que le ordenaban asfixiar al niño, de ocho meses. Confesó que lo hizo, le dio un beso, dejó en el suelo el cadáver y después despertó a la mujer y la agredió.