La muerte de una mujer de 40 años y sus dos hijos, de 5 y 8 años, encontrados estrangulados en la vivienda familiar después de que el padre se haya precipitado a la calle desde el mismo domicilio, ha conmocionado al municipio de Campo de Criptana (Ciudad Real), que ha decretado dos días de luto oficial.

La primera alerta de esta tragedia se recibió un minuto antes de las nueve de la mañana, tras precipitarse un hombre de 44 años desde una vivienda situada en el segundo piso de la calle Convento, según informó el servicio de emergencia 112.

Cuando los equipos sanitarios llegaron el hombre había fallecido y los agentes de la Guardia Civil tuvieron que recurrir a un cerrajero para acceder a la vivienda, ya que nadie respondía a la llamada y los niños no habían acudido al colegio. La vivienda desprendía un fuerte olor a gas y en el interior encontraron muertos a la mujer, de 40 años y natural del cercano municipio de Pedro Muñoz, y a sus dos hijos, una niña y un niño de 5 y 8 años. Del primer examen de los cuerpos se deduce que los tres fueron supuestamente estrangulados.

El hombre era Manuel Bustamante, conserje del Ayuntamiento y nacido en Campo de Criptana, donde también viven sus padres, precisamente en la misma calle en la que ocurrió la tragedia, aunque ayer no estaban en el pueblo porque se encontraban de viaje. Algunos vecinos explicaron que la familia vivía desde hacía poco en esta vivienda, cercana a la de los abuelos paternos.

La calle estuvo acordonada durante la mañana, además de colocarse grandes mallas oscuras en los extremos, y los agentes han sacaron los cuerpos a las 13:50 horas. El alcalde de esta localidad de 13.800 vecinos ubicada en plena llanura manchega, Antonio Lucas-Torres, dijo en una rueda de prensa junto con el delegado del Gobierno en la región que el municipio está consternado por «esta inexplicable tragedia».

También pidió a todas las mujeres que puedan sentirse intimidadas o que sufran algún tipo de agresión que «denuncien su situación para evitar que puedan producirse casos como éste» y se puso a disposición de los agentes que llevan la investigación y de la familia. Instituciones y partidos políticos han condenado los hechos.

En lo que va de año, cinco mujeres han muerto en Castilla-La Mancha por violencia machista, sin contar con las víctimas de ayer en Campo de Criptana: dos en Seseña (Toledo), en apenas quince días; otra mujer en Mora (Toledo) y una mujer y su hija de 18 años en Daimiel (Ciudad Real).