Vivía en Súria (Bages), tenía 79 años, se llamaba Carmen y era madre de cuatro hijos. Ayer por la mañana su marido, de 82 años, le clavó un cuchillo mientras dormía y después intentó suicidarse. Es la primera víctima de la violencia machista en Cataluña este 2017, la novena que se cuenta en España desde el 1 de enero. En el 2016, en total, fueron 44.

A Estefanía (Madrid, 24 años) su novio la arrojó por la ventana de un cuarto piso. A Matilde (Madrid, 40 años) su novio -a pesar de la orden de alejamiento que tenía- la acuchilló. A Toñi (Almería, 33 años) su exnovio la degolló. A Blanca Esther (Burlada, 48 años) su pareja la estranguló. A María Ángeles (Madrid, 79 años) su marido la asfixió con la almohada mientras dormía. A Virginia (Orense, 66 años) su marido la apuñaló en el hospital en el que se recuperaba de una lesión craneal causada durante una paliza anterior. A Cristina (Toledo, 38 años) su marido le clavó un cuchillo.

Sobre la nueve de la mañana de ayer, la hija mayor de Carmen no entendía por qué sus padres no respondían al teléfono ni abrían la puerta de casa. Usando su llave entró en el domicilio y se encontró a su madre sin vida, recostada en la cama junto a su padre. Él tenía un cuchillo clavado en el abdomen. Estaba malherido. Una ambulancia se llevó al hombre, que ha sido operado de urgencia.

Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para aclarar qué ha ocurrido. Aunque la policía científica seguía buscando restos biológicos al mediodía, existen pocas dudas acerca de lo que ha pasado: Pablo, el marido, acuchilló a Carmen y seguidamene intentó quitarse la vida con la misma arma.

El juzgado de violencia sobre la mujer de Manresa se ha hecho cargo de la investigación. Fuentes judiciales subrayaron que Carmen no había presentado ninguna denuncia por malos tratos contra su marido. Este tampoco tiene antecedentes penales de ningún tipo. La ausencia de denuncias en estos casos dificulta la tarea de protección de las mujeres por parte de la policía.

En el vecindario de Joncarets de Súria, la mayoría de los residentes son casi ancianos. Muchos comparten un origen andaluz y un pasado en la mina de potasa del pueblo. Las viviendas de la calle de Zurbarán se construyeron hace unos 40 años. Carmen y Pablo, según recuerda José, el vecino de la casa contigua, compraron la suya cuando les tocó la lotería.

Ana, Josefa y Jesús, vecinos de Joncarets, tienen la sensación de que siempre han vivido junto a Carmen y Pablo. De ella dicen que era una persona «encantadora». De él dicen que jamás hubieran imaginado que fuera capaz de hacer «algo así». Siempre los veían pasear juntos.