Bélgica y Holanda han iniciado sendas investigaciones judiciales para analizar el alcance del caso de los huevos contaminados con fipronil, un pesticida cuyo uso está prohibido en la cadena alimentaria en la Unión Europea (UE), informaron ayer a Efe fuentes gubernamentales de ambos países.

Además, fuentes comunitarias indicaron que Bélgica ha abierto un caso en la red de Fraude Alimentario de la Unión Europea y ha pedido la asistencia de Holanda.

En Bélgica, donde fueron identificados huevos con fipronil, aunque en menores niveles que en Holanda, la Agencia federal para la seguridad de la cadena alimentaria (Afsca) ha bloqueado la actividad de varias granjas, y la Fiscalía de Amberes ha iniciado una investigación judicial, dijo su portavoz, Kathy Brison.

La actividad de estas granjas se reanudará cuando presenten, mediante muestras, que sus huevos ya no contienen fipronil, precisó la portavoz, quien dijo que la posibilidad de sanciones se resolverá «mediante la investigación judicial».

«Ciertamente han cometido una infracción», declaró la portavoz, en referencia a las empresas que han usado esta sustancia que, si bien se comercializa en Europa, no está permitida en la cadena alimentaria.

La investigación, precisó la Afsca en un comunicado, «tiene como objetivo analizar en profundidad el comercio ilegal» de fipronil.

Desde Holanda, el portavoz del organismo responsable de la seguridad alimentaria (NVWA), Lex Benden, dijo que su objetivo principal es «asegurar que los consumidores están bien informados y que los huevos que contengan fipronil sean retirados del mercado. Cómo el fipronil acabó en los huevos es el objeto de la investigación».

CADENAS / La cadena de supermercados Aldi anunció ayer la retirada de sus tiendas en Alemania de todos los huevos procedentes de Holanda, siguiendo la medida adoptada por sus rivales Rewe, Penny y Lidl. La cadena holandesa Albert Heijn sacó de sus estanterías 25 de los 38 tipos de huevos que comercializa en Bélgica, todos ellos procedentes de Holanda, a petición de las autoridades de este país.

Fue en Holanda donde el miércoles se desató la alerta alimentaria, después de que las autoridades descubriesen que se habían comercializado y exportado a Alemania varias partidas de huevos contaminadas con fipronil, un pesticida tóxico para los humanos, y pidiesen retirarlas del mercado y no consumirlas.