En medio de un secretismo impropio, con nocturnidad, aunque sin alevosía, los doce leones y los cuatro osos pardos que seguían viviendo en el antiguo Rioleón Safari, actualmente Aqualeón, situado en la pequeña población de Albinyana (Baix Penedès), fueron trasladados ayer al santuario que les ha buscaba la asociación animalista FAADA. Después de más de dos décadas de conflicto con los animales propiedad de la Generalitat, no querían que se montara un circo mediático. Por ello la operación se inició el lunes y se conoció ayer, cuando los animales volaron por la mañana hacia Chicago. Estaba previsto que por la noche llegaran al parque del estado de Colorado que se ha hecho cargo de los gastos de transporte y cuidará de ellos a partir de ahora.

«Los animales se encontraban en una situación pésima»,afirmó ayer Laura Riera, responsable de fauna salvaje de FAADA. La entidad animalista aceptó en el 2012 la petición de la Generalitat para intentar reubicar todos los animales que había en el parque. «La fundación aceptó ayudar con la condición de tener el control del rescate y con el objetivo de que se procediera al cierre definitivo del safari de Aqualeón», explicaron ayer.

Transporte en avión

Los trabajos para el traslado se iniciaron el lunes con la anestesia de los primeros leones a cargo de Luis Flores, veterinario especializado en animales salvajes. Con la ayuda de técnicos de FAADA, Flores se hizo cargo de la captura, la sedación y la monitorizaación de los leones y los osos. La operación continuó durante el martes y finalmente, en jaulas de transporte, fueron embarcados en un avión con destino a Estados Unidos bajo la continua supervisión de Flores.

A partir de ahora los animales vivirán en The Wild Animal Sanctuary (TWAS), el santuario más grande de Estados Unidos especializado en rescatar grandes carnívoros. El centro se dedica a acoger animales que han sido maltratados o abandonados. «Cuentan con un equipo de expertos que harán que su vida sea lo más parecido a la que tendrían en estado salvaje», destacaron en FAADA.

Aqualeón, propiedad de Aspro Ocio, abrirá por primera vez este verano sin animales salvajes. Cuando Rioleón echó el cierre a principios de los años 90, un juzgado dictaminó que la Generalitat debía hacerse cargo de los animales, que llegaron a ser más de 500 entre los que había en el parque y los que fueron llegando procedentes de decomisos a circos y personas.

Antílopes y vacas watusi

Con mucho esfuerzo fueron deshaciéndose de los animales. En el 2008, prácticamente nadie respondió a la subasta convocada por la Generalitat para vender los 315 animales que tenían entonces: 183 antílopes lechwes, 59 vacas watusi, 24 leones, 21 cebras, 20 llamas, cuatro monos toto verdes, un macaco, un tigre, una cabra enana y un pavo real.

En aquella época, la Generalitat pagaba a Aspro más de 500.000 euros anuales para cuidar y mantener a los animales. Sin embargo, FAADA insistió ayer en denunciar el mal estado en que se encontraban. los animales. «Se han cometido auténticas barbaridades», dijo Riera, y describió que los animales no tenían el cuidado veterinario adecuado, que las dietas eran pobres y las instalaciones, poco seguras.

Osos y leones ya habrán hoy llegado a Colorado. En el recuerdo quedan las visitas que se iniciaron en los años 70, con una ruta en coche o autocar para ver animales que protagonizaron graves ataques y más de un susto cuando los monos se metían en los vehículos en busca de la bolsas de cacahuetes que les lanzaban.