A usted también le puede llamar un desconocido para asegurarle que ha secuestrado a su hijo. Si no tiene ningún hijo, la llamada se terminará al instante. Pero si lo tiene, y se lo confirma al interlocutor misterioso que le avasalla telefónicamente, acaba de morder el anzuelo de una estafa despiadada: el secuestro virtual exprés.

"Buscan a víctimas españolas porque las del resto del continente sudamericano ya no pican. Aquí se habla el mismo idioma -el castellano- y todavía somos ingenuos”, explican los responsables de la sección de secuestros de la policía nacional. El 'modus operandi' es siempre el mismo. El delincuente elige un número de teléfono al azar, habitualmente un fijo, y llama. En cuando descuelga un ciudadano desprevenido al otro lado, activa una cascada de amenazas. Su objetivo es convencerle de que debe hacer un ingreso inmediatamente en una cuenta bancaria que él le facilita porque tiene secuestrado a su hijo, a su madre o a su esposa. Pero la verdad es que no hay ningún ser querido secuestrado. Es todo mentira.

DESCONFIAR, REPREGUNTAR

Para desenmascarar estas llamadas. El primero es “desconfiar” de números “ocultos” o con prefijos chilenos (0056). “Si la víctima desconfía ya se ha obtenido una primera victoria”, subraya la policía. El segundo es no dejarse amedrentar por un interlocutor que no da tregua con el propósito de nublar el raciocinio del estafado. “Conviene repreguntar para dejar en evidencia al agresor”, insiste. El tercero es llamar a la policía para pedir ayuda o para, por ejemplo,“localizar al menor si en ese instante sus padres desconocen su paradero”.

Estos delitos son juzgados como simples estafas pero sus víctimas “viven el calvario de un secuestro real”, subraya la policía. Lassecuelas psicológicas que deja este sobresalto son, quizá, el mayor daño que causan. Porque la cantidad de dinero que piden es sensible pero no algo desorbitado, “entre 500 y 1.000 euros”.

ESTAR PREVENIDOS

Son llamadas brutales, algunas de las amenazas que se blanden son“vamos a descuartizar a tu hijo” o “venderemos sus órganos”, detallan los investigadores. Para camuflar la procedencia chilena de su acento, “se aprenden palabras y expresiones españolas”. A veces, en lugar de asegurar “que tienen a tu hijo” lo que dicen es que “tienen a tu familiar”.

Los responsables policiales remarcan que la estrategia más útil para combatir esta estafa es la prevención, para que el ciudadano sepa lo que debe responder: "Mi hijo no está secuestrado".