Una simple jornada de convivencia de musulmanes y otros credos en Granada, que concluyó el sábado con el rezo público colectivo en una plaza de la ciudad justo antes de romper el ayuno del Ramadán, ha generado una enorme polémica en la ciudad. Decenas de ciudadanos católicos, ofendidos por semejante acto, celebraron este martes un “rosario” de desagravio al reprochar que el rezo musulmán se realizó en un lugar de “especial simbología católica” como es la plaza del Triunfo, presidida por un monolito con una virgen. El arzobispado había desautorizado la propuesta, que corrió como la pólvora por las redes sociales, e hizo este recordatorio a los parroquianos: “Los cristianos no hacemos desagravios por la oración de fieles de otras confesiones”.

Todo empezó el pasado sábado, 10 de junio. Días antes, el ayuntamiento autorizó un acto público de la comunidad musulmana en la ciudad e incluso coloco una pancarta en castellano y árabe deseando a la numerosa colonia musulmana de la ciudad un “feliz Ramadán”. Organizado por la Agrupación Islámica de Granada, el colectivo Cultura sin Rechazo y la Fundación Euroárabe, así como los colectivos ‘Granada Ciudad de acogida’ y ‘Conoce el Ramadán’, con el objetivo de “potenciar el dialogo intercultural y tender puentes entre todas las comunidades existentes en la ciudad de Granada”, el momento cumbre estaba previsto para la tarde noche del sábado en los Jardines del Triunfo. En ese momento se celebraba el 'iftar' o ruptura del ayuno, precedida por una multitudinaria ceremonia de rezo.

El acto transcurrió sin incidentes, aunque la repercusión no fue la esperada. Desde el propio ayuntamiento, un diputado nacional de Ciudadanos por Granada, Luis Salvador, habitual en cadenas de televisión ultracatólicas, reprochó que el consistorio hubiera cedido un espacio público para semejante actividad y que se confundiera “tolerancia y derecho religioso” con “provocación”.

Sus quejas se sumaban a la de otros católicos de la ciudad, que en vísperas de la procesión del Corpus Christi (que recorre las principales calles de la ciudad) no veían con buenos ojos dicho rezo musulmán a los pies de una imagen de la virgen, aunque fuera un espacio público. El grupo municipal del PP dijo respetar todas las creencias, pero lo consideró un “agravio e insulto”, reprochando al alcalde Francisco Cuenca (PSOE) “un patinazo político” semejante porque que había “muchísimos otros lugares” donde ubicar el rezo. E incluso lamentaba “las facilidades” dadas por el consistorio al acto musulmán cuando se muestra “reacio, cuando no directamente contrario”, a muchas solicitudes del mundo cofrade granadino.

"LIBERTAD RELIGIOSA"

La noticia prendió en las redes sociales y rápidamente se organizó un acto de desagravio: el rezo multitudinario de un rosario en el mismo lugar. Con la misma premura que Vox se sumaba a la convocatoria, el arzobispo Francisco Javier Martínez se descolgaba de la misma, recordando que la libertad religiosa "es un bien supremo que la Iglesia defiende y protege frente a todos los obstáculos que puedan oponerse”, por lo que ni “autorizaba ni respaldaba” el rezo del rosario en esas circunstancias.

Pero ni eso disuadió a los católicos convencidos. Cerca de 300 personas se plantaron este martes a las 20 horas bajo el monumento con sus rosarios y alguna bandera de España para realizar su rezo. Según las declaraciones recogidas por la prensa local, los asistentes afeaban al alcalde que hubiera llevado la celebración a un lugar “donde de toda la vida ha estado la virgen”, y se condenaba el extremismo del Islam, haciendo hincapié en que en muchos países de credo musulmán los católicos no hubieran podido rezar públicamente en las calles o incluso llevar medallas con imágenes de cristos o vírgenes sin exponerse a serios riesgos para su integridad física. “Cuando vas a un país que no es el tuyo, has de aceptar lo que ves y no imponer tu criterio”, concluían como toda justificación del agravio.