Asegurar la neutralidad es un precepto básico de la Constitución de internet que ha aprobado el Congreso italiano y que quiere extender a otros países en un intento de convertirla en ley global. No solo deberá convencer a los gobiernos. También las empresas de internet tienen mucho que decir. Google presiona a la Comisión Europea para que no le multe por las acusaciones de que influye en los resultados del buscador en su propio beneficio. Ya le ha venido a contrapié tener que asegurar el derecho al olvido para los europeos al desvincular resultados de nombres de personas en determinados casos, y se resiste a hacer lo mismo en el buscador global y no solo en países concretos, como hace ahora. Las operadoras de telecomunicaciones han visto rechazado en EEUU su intento de primar sus contenidos entre sus clientes.