Científicos y periodistas llenan la sala para escuchar las conclusiones de un estudio sobre la fiebre del virus SFTS (‘Severe Fever with Trhombocytopenia Syndrome’, en inglés; o Síndrome Trombocitopénico, en castellano), que organiza la prefectura de Miyakazi (Japón). El simposio es de especial relevancia, ya que en las últimas semanas ha habido varios afectados por esta enfermedad en la región y el pasado julio una mujer murió, tras ser contagiada indirectamente por la mordedura de un gato.

Encima de la mesa, y bajo la supervisión de un oficial de la prefectura, se encuentran dos garrapatas infectadas, una muerta y otra viva. Mientras el oficial a cargo explica los detalles y riesgos de la SFTS, coge a la garrapata viva con unas pinzas para darle mayor fuerza a su discurso. Y cuando el diminuto parásito está a la vista de todos, ¡salta! El pánico cundió entre los asistentes a la conferencia.

La SFTS es una enfermedad que puede llegar a ser mortal. Sus síntomas son fiebre, déficit de plaquetas, déficit de globulos blancos y gastroenteritis. Según ha informado el medio británico Daily Mail, que recoge el suceso, la SFTS tiene tasas de mortalidad del 30% y es especialmente peligrosa para las personas mayores de 50 años. Hasta la fecha, se han contabilizado 266 japoneses infectados, de los que 57 han muerto.

Una vez el parásito se deshace de las pinzas que lo retenían, desaparece de la vista de todos los asistentes, ante la desesperación del oficial que la había cogido.

Periodistas, científicos y asistentes que no habían sucumbido al pánico iniciaron la búsqueda del parásito por toda la sala sin éxito, por lo que la prefectura de Miyakaki ha tenido que fumigar todo el edificio donde se desarrolla la conferencia por razones de seguridad.

«Debimos ser más cuidadosos con la seguridad», reconoció horas después el gobernador Shunji Kono en declaraciones a los periodistas.