El libre transporte de instrumentos musicales en los aviones se hace esperar. Frente al optimismo de principios de verano cuando se apuntaba a que por fin los músicos podrían transportar gratis sus preciados instrumentos como simple equipaje de mano, la realidad ha chocado con la lentitud legisladora.

La práctica actual es que el instrumento puede entrar en cabina si es pequeño y con restricciones si es más grande que una guitarra, por ejemplo. Esas restricciones se traducen en una negociación del viajero con el personal de cabina, sin respaldo normativo y al antojo del comandante del avión o la azafata jefa.

Pese a la abrumadora aprobación del Parlamento Europeo el pasado febrero (580 votos a favor, 41 en contra y 47 abstenciones) de facilitar el transporte de instrumentos, la cuestión está aparentemente aparcada.

Cuestiones técnicas

"Lo que parece es que la iniciativa no ha llegado por el momento a los grupos de trabajo técnicos que la desarrollen, para cumplir con los requerimientos actuales de seguridad dentro de la cabina de pasajeros y en bodega, tiempos de embarque y desembarque, cobertura de riesgos, declaraciones de valor y otras cuestiones. Son elementos que las compañías deberemos cumplir y para lo cual necesitaremos normas concretas", explica Juan Luis Burgué, gerente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).

Incertidumbre del viajero

En la práctica, los viajeros que han transportado instrumentos musicales este verano se han visto obligados a soportar la incertidumbre de si es posible entrar en el avión sin pagar suplementos y hasta asumir el temor a tener que pagar el coste íntegro de un billete suplementario. La normativa deberá solventar de manera concreta que pasará con instrumentos más voluminosos. ¿Qué pasará en el caso de que un músico viaje con una guitarra clásica en su estuche rígido? ¿Y con un piano de escena? Hasta ahora se permite entre comillas el transporte de una guitarra si va en funda flexible. Con instrumentos de mayor tamaño (a partir de un saxo barítono, un trombón, un piano, un contrabajo (¡horror!) el músico profesional deberá pensar la opción de alquilar el instrumento en su destino.

Turismo y comercio de instrumentos

El transporte de instrumentos musicales puede reactivar cierto tráfico de turistas interesados en el asunto, dado que las diferencias de precios entre países son importantes y existe también un gran potencial para el suvenir relacionado con la música. China es actualmente el gran gigante mundial de la producción de instrumentos. También de copias fraudulentas de instrumentos musicales de alto precio. Pero incluso grandes marcas de instrumentos musicales se han beneficiado hasta ahora de esas dificultades en el transporte internacional para establecer diferencias de precios importantes entre continentes. Un ejemplo de esas diferencias se encuentran en fabricantes como Fender o Gibson, con precios mucho más bajos en EEUU.

La actual normativa y la futura

La normativa en preparación (http://europa.eu/rapid/press-release_MEMO-13-203_es.htm) solo aporta una gran línea maestra que difiere poco de la situación actual. "Ocurre a menudo que los músicos no conocen con antelación las condiciones en que van a embarcar en el avión instrumentos frágiles y muy costosos. Según la propuesta, los transportistas aéreos deberán aceptar en la cabina de pasajeros los instrumentos más pequeños y estarán obligados a indicar claramente las condiciones en que se van a transportar los instrumentos más grandes en la bodega de carga", explica una nota de la Comisión Europea. Mientras tanto no se apruebe un nuevo marco normativo, las compañías se ciñen al reglamento actual (http://www.aena-aeropuertos.es/csee/ccurl/868/593/Reglamento261_2004.pdf) del 2004. La incertidumbre se mantiene.