Francia vive desde hoy y hasta el fin de la semana una ola de calor particularmente acusada en el norte del país, donde 14 departamentos han sido puestos en alerta naranja por los servicios meteorológicos. Esos 14 departamentos son los de la región de París, pero también en Champagne y fronterizos con Bélgica, en los que a partir de hoy, pero sobre todo mañana, se superarán los 35 grados de máxima, con la particularidad de que las mínimas en muchos sitios no bajarán de los 20 grados.

Météo France, que espera desde hoy 37 grados en la región de París, indicó en su página web que esos picos son "excepcionales" para los últimos días de agosto, y que la última vez que se sobrepasaron los 35 grados en París fue en 1965.

El servicio meteorológico añadió que el calor debería persistir el viernes y el sábado, cuando las mínimas continuarán subiendo. El fuerte calor sólo debería empezar a remitir a partir del domingo.

La compañía ferroviaria SNCF ha advertido de que las altas temperaturas podrían afectar a algunas de sus infraestructuras y su material rodante, de forma que no se puede descartar que eso acarree perturbaciones, en particular retrasos de trenes.

Por otro lado, la escasez de lluvias desde el mes de junio -después de una final de primavera con inundaciones en diferentes puntos de los alrededores de París- han llevado a que una treintena de departamentos se encuentren en estado de alerta y que los prefectos emitieran decretos para restringir el uso de agua para el riego, lavado de coches o llenado de piscinas.

La sequía afecta sobre todo a la mitad oeste de Francia, y en particular el suroeste. En la fachada mediterránea el calor y la falta de precipitaciones mantiene elevado el riesgo de incendios.