A los 10 años del asesinato de las tres chicas de Alcásser, el caso aún colea. La televisión autonómica valenciana, Canal 9, aprovechó el 10 aniversario del crimen para emitir el, pasado martes, un programa especial en el que se emitieron las imágenes de una cámara oculta en las que Fernando García, padre de Miriam, una de las adolescentes, asegura que el dinero de la fundación creada para investigar el crimen y otros similares es suyo.

"Si me dan dinero y me dicen toma, pues es mío. Si me lo quiero gastar en una fiesta, me lo gasto y no tengo que dar explicaciones", afirmó García, que, tras la muerte de Miriam, Toñi y Desirée, se embarcó en una cruzada para demostrar que detrás de Antonio Anglés y Miguel Ricart había una red de delincuencia organizada.

La Fiscalía del Tribunal Superior de Valencia abrió ayer diligencias penales contra García por posible malversación y estafa, al utilizar ilícitamente los fondos de la fundación, que podrían ascender a 1,2 millones de euros (unos 200 millones de pesetas). En esta entidad existen aún dos cuentas abiertas, que siguen aceptando ingresos. Los empleados de la oficina tienen prohibido consultar sus saldos. Las diligencias también afectan al abogado Juan Ignacio Blanco, colaborador del padre de Míriam y que en el programa admitió que "el dinero no se metía en la fundación".

BILLETES Y CHEQUES

Blanco afirmó, sin saber que le grababan, que abrieron "miles de sobres con billetes y cheques". No es la primera vez que García y Blanco tienen problemas con la justicia. Ambos fueron condenados por acusar al ex gobernador de Alicante, Alfonso Calvé, de organizar el crimen. El abogado tuvo que indemnizar al fiscal jefe de Valencia, Enrique Beltrán, y a la Guardia Civil por implicarlos en una conspiración para evitar que se aclarara el delito.