La fiscal detectó ayer en la primera sesión del juicio en la Audiencia Provincial contra Bruno H.V., conocido como el presunto descuartizador de Majadahonda (Madrid), que el acusado cometió «actos lúcidos y complejos» para tratar de «eludir su responsabilidad” en la muertes de su inquilina y su tía.

Tras más de tres horas para constituir el jurado popular, la vista comenzó pasadas las 13.30 horas en una sala completamente abarrotada para proceder a la lectura de los escritos de acusación y defensa, y para la exposición de los informes previos.

La Fiscalía pide treinta años de internamiento para el acusado, al aplicarle «una eximente incompleta por enajenación mental» en relación a las muertes de su inquilina Adriana Giogiosa y de su tía Liria, mientras que la defensa la libre absolución.

Bruno H.V. está acusado dos delitos de homicidio, uno de falsedad documental, otro de estafa y uno de tenencia ilícita de armas, por las muertes de su tía en 2010 y su inquilina en 2015, cuyos cadáveres se cree que fueron triturados por una picadora industrial y aún no han aparecido en el vertedero de Pinto, donde la Guardia Civil busca aún.