Teo Rodríguez, el joven de 385 kilos que tuvo que regresar al Hospital de Manises tras salir en un camión de mudanzas después una insuficiencia respiratoria, permanecerá en el centro sanitario ante sus «excepcionales circunstancias» y la «falta de alternativa habitacional adecuada donde pueda recibir los cuidados necesarios y existan unas condiciones de confort e intimidad necesarios». Su hermana, Débora, acudió la noche del martes al juzgado de guardia de Valencia para denunciar al Hospital y a la Consellería de Sanidad también por el «trato» que ha recibido durante su estancia hospitalaria. Desde el Hospital de Manises aseguran que al paciente se le dio el alta «cuando razones estrictamente médicas así lo aconsejaban». Fuentes de la Conselleria de Sanidad subrayaron que se quedará en el centro de Manises hasta que se encuentre «una solución en la que se está trabajando». El hombre, aquejado de obesidad mórbida, pesaba 35 kilos más de los 350 que se informó en un primer momento, tal y como ha aclarado la Conselleria de Sanidad, que indicó que la cama que se ha comprado expresamente para él lleva incluida una báscula que ha determinado su peso real.

polémico traslado/ El joven de 34 años salió el martes tras permanecer una semana hospitalizado y fue llevado en un camión de mudanzas hasta Turís, donde reside, pero no pudo acceder a su domicilio porque fue trasladado en la cama del hospital al no encontrarse una camilla que aguantara su peso.

Tras permanecer varias horas en el interior del camión y negarse su familia a que lo dejaran en el polideportivo municipal de Turís, finalmente fue llevado a la sala de espera de Pediatría del centro de salud. Unas horas después comenzó a sentirse mal, le bajó la saturación y volvió a sufrir una insuficiencia respiratoria, por lo que tuvo que ser nuevamente trasladado al Hospital de Manises, donde permanece en una sala de espera. Judit, la novia de Teo, ha asegurado a los medios de comunicación que el joven tiene la «autoestima por los suelos», considera que lo están «abandonando» y solo pide que lo «atiendan como a los demás». «Porque una persona esté gordita no significa que tengan que depreciarle o atenderle menos, o no darle una habitación», dijo la joven tras explicar que aunque ahora está mejor ha pasado una noche «malísima con la mascarilla. No podía respirar y casi se ahoga». El paciente podía caminar y vivía solo hasta hace dos meses, cuando se le comenzó a hinchar el cuerpo y dejó de caminar, según fuentes familiares, que indicaron que desde entonces ha sido llevado al hospital en cuatro ocasiones.