Juan Carlos Aguilar, de 49 años, conocido como el 'falso monje shaolín', ha admitido este viernes los asesinatos de la mujer nigeriana Maureen Ada Otuya y la colombiana Jenny Sofía Rebollo, cometidos en junio del 2013 en Bilbao.

"Sí, reconozco todo", ha respondido Aguilar al ser preguntado por el fiscal si reconocía los asesinatos de ambas mujeres al inicio del juicio que ha comenzado hoy en la Audiencia de Bizkaia.

El 'falso shaolín' ha respondido "sí" a medida que el representante del ministerio público le iba interrogando sobre si los días 1 y 2 de junio de 2013 llevó a ambas mujeres al gimnasio que regentaba en Bilbao y las mató.

Aguilar, profesor de artes marciales, ha admitido que en primer lugar, el 1 de junio, asesinó a Jenny Rebollo, de 40 años, a la que ha dicho que no conocía y a la que agredió con puñetazos y patadas hasta causarle la muerte, tras lo cual diseccionó el cadáver y se deshizo de él.

Ha reconocido que al día siguiente llevó al mismo gimnasio a Maureen Ada Otuya, de 29 años, a la que maniató en un habitáculo del local y la estranguló con una cuerda.

Fue por esta mujer por la que se conocieron los hechos, ya que, en un momento determinado, Ada Otuya logró salir hasta la puerta del gimnasio que daba a la calle para pedir socorro, aunque la puerta estaba cerrada y Aguilar llevó de nuevo a la joven nigeriana al interior del local.

Sin embargo, la escena fue presenciada por una testigo, que llamó a la Ertzaintza.

Los agentes lograron entrar en el gimnasio, ubicado en la céntrica calle de General Concha, y encontraron en el citado habitáculo a Aguilar, con el torso desnudo y las manos ensangrentadas, junto a Ada Otuya, herida y con ataduras en las manos, los pies y el cuello.

La mujer ingresó en estado de coma en el hospital bilbaíno de Basurto, donde falleció el 5 de junio.

Tras contestar afirmativamente a las preguntas que le iba haciendo el fiscal, Aguilar se ha negado a contestar a las preguntas que han planteado los abogados de las acusaciones particulares, ejercidas por las familias de ambas mujeres.

Al comienzo del juicio, la abogada defensora de Aguilar ha leído un escrito en el que el acusado reconocía la autoría de los hechos como "dos asesinatos con alevosía" y comunicaba que tiene intención de indemnizar a las familias de las víctimas con la liquidación de sus bienes, ahora embargados.

Una vez que ha reconocido los hechos, el juicio se centrará en demostrar si Aguilar mató además con "ensañamiento" a Ada Otuya, lo que reclama la acusación particular pero que no ha sido admitido por el procesado.

La Fiscalía ha calificado los hechos como dos asesinatos con alevosía y ha pedido 20 años de cárcel para el acusado por cada uno de ellos.