La exhumación de los restos de Salvador Dalí para atender una demanda de paternidad concluyó en la noche del jueves después de cuatro horas de trabajo en el interior del teatro-museo de Figueres, donde descansa el artista, para extraer muestras biológicas.

A la salida de la comitiva judicial, ninguno de los responsables judiciales y forenses, quiso manifestarse ante los numerosos medios de información presentes.

Las muestras serán trasladadas por una funeraria a Madrid, donde se analizarán para extraer el ADN y compararlo con el de Pilar Abel, que afirma ser hija del pintor.

Los restos presentan un buen estado de conservación, según ha confirmado la alcaldesa de Figueres, Marta Felip.

Por su parte, la Fundación Gala-Dalí, que gestiona el legado del pintor, estima «improcedente» la exhumación y se reserva el ejercicio de acciones legales por los perjuicios sufridos, según explicó ayer su gerente, Juan Manuel Sevillano. La fundación considera que el exhorto que obligaba a la exhumación fue «precipitado» por falta de pruebas que avalaran la afirmación de la demandante y se reserva esas acciones por los perjuicios sufridos tanto con el coste de la intervención como por la cancelación de reservas de entradas.