Los espermatozoides de la primera fase del eyaculado son más numerosos, se mueven más y presentan un ADN de mejor calidad que los más rezagados, según ha mostrado un estudio liderado por la clínica de fertilidad Ginemed. Esta constatación implica que en una relación sexual prolongada o con varios hombres, serán los primeros espermatozoides en entrar en el óvulo los que tendrán más oportunidades de fecundar.

"El eyaculado siempre se ha considerado como un todo. Sin embargo, pensamos que se divide en dos fases bien diferenciadas por su composición y funciones fisiológicas, orientadas a conseguir dos acciones igual de importantes en la reproducción", ha explicado la primera autora del estudio, María Hebles. En concreto, el trabajo, publicado en 'Biology in Reproductive Medicine' y recogido por la agencia de noticias especializada Sinc, ha desvelado que mientras que el objetivo de la primera parte es fecundar el óvulo, el de la segunda es que ningún espermatozoide de otro varón tenga oportunidad de fecundar.

La primera fracción se caracteriza por tener componentes protectores como el zinc, mientras que la segunda contiene elementos que pueden causar daños a los espermatozoides. Ahora bien, para su uso en técnicas de reproducción asistida, el líquido se recoge normalmente en un solo bote, por lo que ambas fases están mezcladas. "Esto puede tener un efecto deletéreo sobre la población de espermatozoides", añade Hebles.

Como consecuencia de esto, los especialistas pidieron a 40 participantes que recogieran su eyaculado fraccionado en dos botes, uno para cada fase, con el fin de estudiarlas por separado. Así, comprobaron que la primera parte posee una subpoblación mejorada de los espermatozoides, con una menor fragmentación del ADN espermático. Por lo tanto, el uso de los espermatozoides de esta fracción puede tener un efecto positivo sobre la fertilización y el desarrollo embrionario.

"Como esperábamos, los espermatozoides de la primera fase del eyaculado eran superiores en movilidad y recuento, y lo más importante, tenían una integridad del ADN superior a los espermatozoides de la segunda fase", ha aseverado la investigadora.

FASES DE LA EYACULACIÓN

En concreto, el líquido expulsado durante la eyaculación se compone de varios fragmentos, distribuidos en una fase preeyaculatoria, primera y segunda fracción del eyaculado. Aunque no hay estudios definitivos al respecto, la fase preeyaculatoria o líquido preseminal no contiene espermatozoides, es una secreción incolora de las glándulas de Cowper que se expele para minimizar la acidez de la uretra.

Por su parte, la primera fase representa entre el 15% y el 45% del volumen del eyaculado, es rica en espermatozoides, fosfatasa ácida, ácido cítrico, magnesio y zinc, que ejercen un efecto protector sobre los espermatozoides.

Finalmente, la segunda fase constituye el volumen restante, del 70% al 90%, y está compuesta por secreciones de las vesículas seminales ricas en especies reactivas de oxígeno, que tienen un impacto negativo sobre las características seminales.