España sigue a la cabeza de la piratería musical en Europa, como se desprende del informe anual presentado ayer en Londres por la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI), y cerró 2009 con una caída de la venta de música del 17 por ciento: pasó de ingresar 254,4 millones de euros en 2008 a 211 millones. Pero, mientras las ventas de CD cayeron un 20,6 por ciento, las descargas de Internet subieron un 10,5 por ciento, un año en el que Pokerface , de Lady Gaga, fue la canción más demandada.

El nuevo Digital Music Report de la IFPI revela que los solistas y grupos españoles son los más perjudicados, al sufrir un recorte de ventas del 65 por ciento desde el 2004 a la actualidad. Además, ninguna figura debutante se hizo hueco entre los 50 títulos más vendidos a lo largo del año, cuando en 2003, diez de los 50 álbumes más vendidos en España correspondían a artistas locales que debutaban.

El mercado de la música en España afronta la segunda década del siglo XXI "en la más precaria situación de su historia, y padece el mayor problema de piratería de los países de nuestro entorno", según la IFPI.

Después de nueve años ininterrumpidos --desde 2001-- de recortes en las cifras de ventas, el sector acaba de cerrar el ejercicio de 2009 con un 17 por ciento de caída en su facturación global. Los españoles se gastaron durante el año un total de 211 millones de euros en música grabada, frente a los 254,4 millones invertidos en el ejercicio anterior.

Desde el 2001 la caída global es del 71,46 por ciento, lo que supone que por cada diez ejemplares que se adquirían en España al principio de la década, hoy los aficionados a la música sólo se llevan a casa tres. El panorama digital, siempre según el Digital Music Report de la IFPI, es "halagüeño" en EEUU, donde las ventas representan ya el 40 por ciento del total.