Elegir una mala contraseña pone en peligro los datos del usuario y puede tener graves consecuencias. Así lo asegura un estudio de la empresa de seguridad Kaspersky Lab, que analiza las malas prácticas de los usuarios españoles a la hora de elegir sus palabras secretas.

Los errores más frecuentes hacen referencia a que se utiliza lamisma contraseña para múltiples cuentas, lo que en el caso de una se filtre, son varias las cuentas que pueden ser pirateadas; también se utilizan contraseñas débiles, fáciles de hackear; asimismo, la mayoría de las personas almacenan sus contraseñas de forma precaria, lo que deja sin sentido la razón de poder contar con claves de acceso.

“Si tenemos en cuenta la enorme cantidad de información privada y sensible que hoy en día almacenamos, los usuarios deberían preocuparse más por sí mismos y contar con una protección eficaz para sus contraseñas. Es algo que parece obvio, pero muchos no se dan cuenta que están cayendo en los errores más elementales de gestión de contraseñas. Estos errores, a su vez, están dejando al descubierto sus correos electrónicos, cuentas bancarias, archivos personales y demás informaciones valiosas”, indica Alfonso Ramírez, director general Kaspersky Lab Iberia.

LOS PROBLEMAS

El estudio muestra que, en nuestro país, casi una de cada cuatro personas (24,8%), han sido víctimas de intentos de pirateo de alguna de sus cuentas bancarias, pero son pocas las que cuentan con una seguridad de contraseñas efectiva e inteligente. Solo alrededor de un tercio (28,6%) de los usuarios de internet ha creado contraseñas distintas para las diferentes cuentas on line y, lo que es más preocupante, una de cada diez personas utiliza la misma contraseña para todas las cuentas. Con que tan sólo se consiga acceder una vez a la contraseña, estas personas corren el riesgo de que todas y cada una de sus cuentas puedan ser pirateadas y utilizadas.

Otro problema detectado es que las contraseñas no son tampoco lo suficientemente fuertes para protegerles del pirateo y la extorsión. Sólo cerca de la mitad de los entrevistados (49,2%) combinan mayúsculas y minúsculas en sus contraseñas, y apenas llegan a los dos tercios (62,8%) los que combinan letras y números, y todo ello a pesar de que los usuarios están convencidos que sus cuentas de banca electrónica (55,8%), correo (47,1%) y tiendas electrónicas (37,3%) necesitan unas contraseñas fuertes.

El estudio muestra también cómo los usuarios maltratan sus contraseñas, compartiéndolas con otros y utilizando métodos inseguros para recordarlas. Cerca de la cuarta parte (24,9%) han compartido su contraseña con algún miembro cercano de su familia, y uno de cada 10 (9,7%) lo ha hecho con sus amigos facilitando que puedan ser filtrados de forma inintencionada.

Uno de cada cinco (21,1%) escribe sus contraseñas en un cuaderno, para no tener que recordarlas. Y aunque la contraseña pueda ser robusta, la posibilidad de que otra persona pueda verla y usarla es una realidad.

Como consejo general recordar que las mejores contraseñas tienen que contener mayúsculas y minúsculas, signos de puntuación y números.