La empresa Ercros prevé trabajar los próximos cinco años en acciones de descontaminación de los terrenos de su fábrica de Flix (Ribera d’Ebre), que en diciembre pondrá fin a la producción de cloro mediante la obsoleta tecnología de mercurio iniciada hace 117 años. Estas labores incluyen la incineración de mil toneladas de residuos líquidos orgánicos que la empresa reconoce haber detectado en el subsuelo del recinto industrial, ubicado junto al embalse de Flix.

Allí mismo quedará confinada una bolsa de residuos sólidos suficiente para llenar 7,6 piscinas olímpicas, y también se tratará un volumen correspondiente a 24 piscinas olímpicas de aguas subterráneas. Ercros asegura que llevará a cabo los trabajos de saneamiento oportunos para que el legado de su centenaria actividad no hipoteque el futuro industrial del municipio.

“Hemos analizado exhaustivamente, mediante más de 400 sondeos, las 30 hectáreas de terreno industrial, y las zonas contaminadas se limitan a un 8% del total”, asegura la directora de Ercros Teresa Conesa. La empresa ha trasladado ya a la Agència Catalana de Residus los últimos estudios de caracterización del suelo, que se suman a los ya entregados en una primera fase, que analizaron aproximadamente un tercio de la superficie total.

MERCURIO Y ORGANOCLORADOS

Según el director de la división de derivados del cloro de la firma, Agustin Franco, en las dos partes restantes “existen zonas afectadas por mercurio u organoclorados, pero en niveles que no alcanzan el grado de contaminación, muy inferiores a la zona 1”. La Generalitat deberá validar ahora esos informes y avalar los datos aportados por Ercros. Sectores ambientalistas y algunos expertos en contaminación de suelos reclaman mayor exigencia en los controles y en la legislación para una eliminación más exhaustiva de la contaminación.

Ercros sin embargo, afirma que desde el 2012 ya ha saneado 4.000 metros cúbicos de aguas subterráneas, 1.400 kilos al año de organoclorados, 110 kilos al año de mercurio extraído de las aguas subterráneas, 200 toneladas de líquidos orgánicos y 19.000 metros cúbicos de residuos sólidos. Añade que entre este año y el próximo desmantelará y retirará edificios y suelos, como el antiguo almacén exterior que, a pesar de no haber sido declarados contaminados, han despertado controversia por los tiempos límite en que una persona puede transitar por ellos sin asumir riesgos cancerígenos.