Centenares de personas con camisetas rojas se concentraron ayer frente al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en Madrid, para exigir que todos los enfermos de hepatitis C puedan acceder a los fármacos de nueva generación que logran la curación de hasta el 95% de los infectados en apenas 12 semanas. Convocados por la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, la movilización intentaba levantar el tono de las protestas que desde hace semanas tratan de convencer a los responsables ministeriales de que aumenten la partida presupuestaria para la adquisición de estos efectivos antivirales.

La cadena humana llegó a cortar dos carriles del paseo de la Castellana. Los manifestantes portaban pancartas y lanzaban consignas como "Tratamientos para todos" y "No son muertes, son asesinatos". Y es que la plataforma, creada a principios de septiembre con el objetivo de hacer visible una enfermedad que cuenta con 170.000 diagnosticados, alerta de que cada día mueren una decena de personas en España por esta dolencia.

El presidente de la plataforma, Mario Cortés, explicó ayer frente a la sede del ministerio que la protesta pretendía que el nuevo ministro, el recién nombrado Alfonso Alonso, se reúna con ellos. En ese encuentro querrían convencerle de que hay que habilitar una partida presupuestaria extraordinaria para atender a los pacientes de hepatitis C.

Hasta ahora, el Gobierno que preside Mariano Rajoy ha asignado como máximo 125 millones de euros para la última terapia aprobada, compuesta por el antiviral sofosbuvir, de la marca Sovaldi. A este se debe sumar la prescripción de los fármacos simeprevir o daclastavir. Este tratamiento supone invertir unos 40.000 euros por cada paciente. Según los enfermos y sus familiares, los fondos que ha previsto el Gobierno únicamente alcanzan para medicar a 4.900 de los 170.000 afectados, una cifra claramente insuficiente. Cortés sostuvo que "la solución pasa, sobre todo, por que se ponga el dinero sobre la mesa y haya de una vez por todas voluntad política para atajar el problema".

A la cadena humana de ayer en Madrid se sumaron diversos partidos de la oposición, como el PSOE, UPD, Podemos y Ciudadanos. El líder socialista Tomás Gómez calificó la reivindicación de los enfermos y sus familiares de "absolutamente justa".