El desahucio se ha convertido en una pesadilla para cientos de miles de españoles, y en una cuestión de interés general en tiempos de crisis, según revelan los datos del CIS que se hicieron públicos ayer. A los españoles no les falla el olfato al colocar este drama social en la lista de los temas que más preocupan a la ciudadanía: en el 2013, el número de desahucios hipotecarios podría aumentar un 30% respecto a este año, según un documento del Banco de España, al que ha tenido acceso la prensa, y que ha sido remitido a los grupos parlamentarios del Congreso y al Ministerio de Economía.

El citado informe deja en evidencia que el decreto recién aprobado por el Gobierno, con el único apoyo de UPD, para tratar de frenar los desalojos en caso de extrema pobreza tampoco será muy útil para revertir la situación, a tenor de los cálculos que hacen los bancos basándose en las cifras de desahucios del año aún vigente. Así, y aunque existe "dispersión entre entidades en relación con la proporción de casos que entrarían en la definición de colectivo vulnerable" según la nueva ley, el Banco de España distingue entre dos grupos dentro de las instituciones bancarias consultadas: el primero, que sitúa a ese colectivo entre el 3% y el 19% del total de los desalojos del 2012 (horquilla amplia); y un segundo, donde estarían entidades cuyos casos "a la luz de la información recibida, pueden calificarse como extremos", dado que aseguran no tener situaciones de ese tipo o han utilizado criterios "burdos" para estimar el porcentaje, dice el organismo supervisor.

La nota ha sido elaborada con información requerida a 13 entidades bancarias, que representan en torno al 80% del sector. Además, se han tenido en cuenta las opiniones de la Asociación Española de la Banca, la Confederación España de Cajas de Ahorro y la Asociación Hipotecaria, y se han buscado cifras en torno a los desahucios desde distintas perspectivas.