El fiscal pide dos años de cárcel para dos jóvenes acusados de propinar tres puñetazos a un sintecho que pasaba la noche en una oficina bancaria de Barcelona, en un caso de aporofobia en el que ambos humillaron y denigraron a la víctima por su extrema pobreza.

En su escrito de acusación, el fiscal de Servicios de Delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar, acusa a los dos jóvenes de un delito contra la integridad moral, con la agravante de abuso de superioridad, y un delito leve (las antiguas faltas) de lesiones, por los que también pide para ellos una multa de 1.620 euros y que indemnicen a la víctima con 500 euros por las lesiones sufridas y con 3.000 euros por el daño moral causado.

La agresión, que fue grabada por las cámaras de seguridad de la oficina bancaria, ocurrió a las 05.58 horas del 9 de octubre del 2016 en una sucursal de la calle de Viladomat de Barcelona, donde el sintecho, que vive en la calle desde hace cuatro años en una situación de gran vulnerabilidad, pasaba la noche.

Los dos jóvenes, David y Jaime, ambos de nacionalidad española,golpearon insistentemente a la puerta de la oficina para poder acceder al cajero automático, ya que la oficina estaba cerrada, hasta que consiguieron que el sintecho les abriera.

Según el escrito de la acusación pública, nada más entrar, y sin mediar palabra, David le propinó a la víctima un fuerte empujón y un puñetazo en el ojo izquierdo, que le tumbó al suelo, según el fiscal.

Cuando intentaba levantarse, David le dio otros dos puñetazos en el rostro, mientras Jaime reía y no hacía ningún gesto para tratar de impedir la agresión, hasta el punto de que reforzó la situación de miedo generada diciéndole al sintecho, en tono desafiante e intimidatorio: "en un momento se acaba todo", según el fiscal.

HUMILLACIÓN

Para el ministerio público, ambos jóvenes actuaron con ánimo no solo de menoscabar la integridad física del sintecho, sino también de humillarlo y denigrarlo por su situación de vulnerabilidad derivada de su extrema pobreza, aprovechando la soledad de la víctima y que el local estaba cerrado al público.

En su escrito de acusación, el fiscal remarca que el sintecho agredido vive desde hace cuatro años en la calle, con una situación personal de gran vulnerabilidad, no solo porque no tiene hogar, ni trabajo y ni apoyo familiar, sino porque también ha sufrido enfermedades que le han dejado ciego del ojo derecho y conserva sólo el 40% de la visión del ojo izquierdo, en el que recibió los puñetazos.

Además, tiene dificultades de habla porque ha sufrido un cáncer de lengua.