La Corte Suprema del estado de Pensilvania publicó ayer un informe de un gran jurado que documenta 300 supuestos casos de «sacerdotes depredadores» sexuales en seis diócesis, tras investigar denuncias de abusos de menores.

El jurado explica en el documento, que consta de 1.356 páginas, que ha identificado a unos 1.000 menores que han sido víctimas, la mayoría varones, aunque también hay chicas, y entre los que hay adolescentes y muchos preadolescentes. «Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía. A algunos les hicieron masturbar a sus agresores, o fueron manoseados por ellos. Algunos fueron violados oralmente, algunos vaginalmente, algunos analmente», denuncia el texto. El jurado no descarta que el número real de víctimas ascienda a miles, ya que es posible que los registros de algunos menores se hayan perdido o que el afectado optara por mantener el silencio.