La joven de 20 años que denunció falsamente haber sido violada durante la pasada Feria de Málaga ha aceptado una condena de 10 meses de cárcel y una multa de 2.160 euros por cinco delitos de denuncia falsa, aunque no entrará en prisión al carecer de antecedentes penales. Los cinco jóvenes a los que había acusado, cuya causa quedó archivada, han renunciado a reclamar una indemnización por los daños morales sufridos al pasar dos días en el calabozo y por la repercusión mediática de la noticia.

Los hechos se remontan al pasado mes de agosto, durante el primer fin de semana de la feria, cuando unos policías encontraron sobre las 8.30 horas de la mañana a una chica tirada en el suelo llorando. Ella les contó que acababa de ser víctima de una violación bajo amenazas y que los supuestos agresores, cinco jóvenes a los que no conocía de nada y que la abordaron a la salida de su trabajo en el recinto ferial, le habían robado el bolso y el móvil.

La descripción permitió detener rápidamente a los acusados, residentes en una barriada marginal de la ciudad y entre los que había dos menores. Sin embargo, la jueza les dejó en libertad tras visionar una grabación (parcial) de móvil sobre lo ocurrido y escuchar el testimonio de varios feriantes, que vieron a la joven tomar unas copas poco antes con sus supuestos violadores y que incluso comprobaron cómo se apartaba para mantener relaciones sexuales consentidas con dos de ellos, que fueron grabadas por el resto.

Ni el fiscal ni la acusación particular protestaron por el archivo de la causa, una decisión que provocó una cascada de insultos hacia la jueza y una investigación por presunto delito de injurias a funcionario público. Días después se abrió una nueva causa contra la joven, que, arrepentida, reconoció haberse inventado la violación por miedo a que se difundiera el vídeo que uno de los detenidos filmó con su móvil mientras ella tenía relaciones con otros dos.