La Generalitat de Cataluña confirmó ayer un brote del virus H7N1 de gripe aviar en una granja de gallinas reproductoras de la comarca leridana del Segrià, lo que ha obligado al sacrificio de unos 13.000 animales y a la desinfección de las instalaciones. El brote fue detectado el pasado 14 de mayo por la propia explotación avícola en aplicación del plan de vigilancia de la sanidad avícola de Cataluña y el grado de afectación se considera bajo, según han informado hoy fuentes del departamento de Agricultura de la Generalitat.

El Gobierno catalán subraya que la infección por el virus se ha circunscrito en este caso al ámbito de la sanidad animal y ha afectado a una explotación de gallinas reproductoras, por lo que ni éstas ni los huevos están destinados al consumo.

Además, apunta que "no se ha detectado ningún caso sospechoso de afectación a las personas".

El caso de este virus, que afecta a las aves y que difícilmente se transmite a los humanos, ha afectado a una granja de 13.000 aves y los síntomas remitieron dos días más tarde de activarse el protocolo de medidas preventivas. El departamento de Agricultura no especifica la ubicación exacta de la granja.