Google puede tener que indemnizar a todos los británicos que tuvieron un iPhone entre el 2011 y el 2012. No a las agencias de protección de datos o a las organizaciones de consumidores, sino a cada uno de los 5,4 millones de ciudadanos que compraron un teléfono de Apple.

Eso puede suceder si prospera una demanda colectiva que reclama a Google que compense a los usuarios de iPhone en el Reino Unido por el supuesto robo de datos personales en su navegación por internet entre junio del 2011 y febrero del 2012.

Es la primera vez que un grupo de consumidores exige a una compañía una compensación económica por violar sus derechos de privacidad en internet y obtener beneficio con ello. El grupo cuenta con un despacho de abogados pero financia los costes a través de un fondo de capital riesgo para pleitos, Therium, que está detrás de varias campañas colectivas.

El argumento del caso se basa en un asunto solventado: Google aceptó en el 2015 pagar una compensación de 17 millones a 38 estados de EEUU por haberse saltado las restricciones de privacidad que ponía Apple en sus navegadores Safari que usan tanto sus ordenadores Mac como los móviles iPhone para instalar cookies con las que seguir las webs que consultaba un usuario. A partir de entonces, Google quedó obligado a pedir el consentimiento expreso de los usuarios, a explicar qué eran las cookies y a extinguir las que ya había instalado en Safari.

Lo novedoso de la demanda británica es que reclama que sean los afectados por el robo de información los que sean compensados directamente por Google puesto que consideran que la compañía del buscador se lucró con esos datos que obtuvo sin consentimiento del usuario. El importe que calculan los demandantes es de unas 1.000 libras.