Google puede tener que indemnizar a aquellos británicos que tuvieron un iPhone entre el 2011 y el 2012. No a las agencias de protección de datos o a las organizaciones de consumidores; a cada uno de los 5,4 millones de británicos que compraron un teléfono de Apple.

Eso puede suceder si prospera una demanda colectiva que reclama a Google que compense a los usuarios de iPhone en el Reino Unido por el supuesto robo de datos personales en su navegación por internet entre junio del 2011 y febrero del 2012. La acción legal, notificada al buscador el pasado mes de junio, está impulsada por el exresponsable de la principal asociación británica de protección a los consumidores, Which, Richard Lloyd y cuenta con el respaldo de la agencia de comunicación de Tim Allan, el relaciones públicas que impulsó a Tony Blair al poder, que la han convertido en toda una campaña de comunicación.

El nombre de la campaña y de la web ya es toda una declaración de intenciones: YouOweUs (Nos debes). Y es que es la primera vez que un grupo de consumidores exige una compensación económica por violar sus derechos de privacidad en internet y por obtener beneficio con ello. El grupo cuenta con un despacho de abogados pero financia los costes a través de un fondo de capital riesgo para pleitos, Therium, que está detrás de varias campañas colectivas y que se lleva una comisión si ganan.

Compensación de 1.000 libras

El argumento del caso se basa en un asunto ya conocido y teóricamente solventado: Google aceptó en el 2015 pagar una compensación de 17 millones a 38 estados de EEUU por haberse saltado las restricciones de privacidad que ponía Apple en sus navegadores Safari que usan tanto sus ordenadores Mac como los móviles iPhone para instalar 'cookies' con las que seguir el historial de navegación. A partir de entonces, Google quedó obligado a pedir el consentimiento expreso de los usuarios, a explicar qué eran las 'cookies' y a extinguir las 'cookies' que ya había instalado en Safari.

Lo novedoso de la demanda británica es que reclama que sean los afectados por el robo de información los que sean compensados directamente por Google puesto que consideran que la compañía del buscador (y mayor agencia de publicidad online del mundo) se lucró con esos datos que obtuvo sin consentimiento del usuario. Los demandantes, sin embargo, no pueden calcular el importe aunque sostienen que cada usuario no podría ganar más de 1.000 libras, de las que habría que descontar los gastos legales (incluida la comisión del fondo).

La reclamación excluye compensaciones morales del tipo “por la publicidad de Google mi novia se enteró que le preparaba una sorpresa de aniversario” o “le puso en alerta sobre una enfermedad”.

Otras afectaciones

Los acusadores consideran que además del supuesto robo de información personal, los usuarios de iPhone podrían reclamar también si se ven afectados por el uso de su información en aspectos relacionados con la “salud, sexualidad, niños, circunstancias financieras o empleo”.

“Este tema no es nuevo, hemos defendido casos similares en el pasado. No creemos que tenga ningún fundamento y lo impugnaremos", afirma un portavoz de Google a este diario. La compañía asegura que “no recopiló información personal, ni aumentó el potencial de robo de identidad, ni se solicitó dinero a los consumidores”. “Intentamos proporcionar una experiencia de usuario coherente en todos los navegadores, por lo que algunas personas vieron anuncios más relevantes”, añade.

Según los promotores de la campaña, la base legal está en un caso previo, Vidal Hall vs Google, en el que tres particulares denunciaron a Google por la intrusión en su privacidad y un juzgado de primera instancia británico (High Court) y obtuvieron en el 2014 el reconocimiento de que el caso podía ir adelante.

En España, el caso de las 'cookies' de Google no ha sido objeto de reclamación, ni investigado por la Agencia Española de Protección de Datos, ni por las organizaciones de consumidores.