La comunidad científica coincidía en situar el origen del chirimoyo en América del Sur, especialmente del sur de Ecuador y al norte de Perú, pero ahora, un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lo ubica en América Central. Los científicos han llegado a esta conclusión después de analizar más de 1.760 árboles de chirimoyo a lo largo de todo el continente americano.

El trabajo revela también la alta vulnerabilidad ante el cambio climático de las zonas de América Central Nota de prensa en las que todavía existen chirimoyas, por lo que el hallazgo permitiráconservar esas poblaciones antes de su extinción y desarrollar nuevas variedades de este frutal.

Por el alto número de muestras analizadas, el trabajo publicado en la revista 'Molecular Ecology' permite, según apuntan los científicos, tener una visión muy completa de la diversidad genética de la especie. Los investigadores han empleado marcadores moleculares de ADN y sistemas de información geográfica, de forma que todos los árboles estudiados están localizados, permitiendo hacer un análisis de la diversidad genética de los ejemplares en función del origen geográfico de las muestras.

CONFUSIÓN

“Los resultados que hemos obtenido apuntan a un movimiento de material vegetal de esta especie en tiempos precolombinos desde América Central a América del Sur. El cultivo se desarrolló posteriormente con más intensidad en América del Sur, lo que llevó a pensar que el lugar de origen y diversificación se encontraba en esa región. Eso ha motivado que los esfuerzos para conservar la diversidad del chirimoyo se hayan enfocado en América del Sur y se esté perdiendo material interesante en su centro de origen antes de ser estudiado”, señala el investigador del CSIC Iñaki Hormaza, que trabaja en Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora (centro mixto del CSIC y la Universidad de Málaga).

En base a las predicciones de cambio climático realizadas hasta el momento, los científicos prevén que en las próximas décadas gran parte de las zonas en las que se encuentra este frutal dejarán de ser propicias para la especie.