Un avión de la compañía iraní Aseman con 66 personas a bordo se estrelló ayer en una zona montañosa del centro de Irán debido a las malas condiciones climatológicas, que están dificultando también las operaciones de búsqueda.

Los sesenta pasajeros y seis tripulantes -dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad- fueron dados por fallecidos aunque los equipos de rescate no han podido localizar los restos del aparato. El portavoz de la Aseman, Mohamad Taqí Tabatabaí, explicó que el personal de la aerolínea todavía no ha llegado a la zona del accidente al ser de «difícil acceso». No obstante, Tabatabaí indicó que habitantes de la zona informaron a la compañía de que todos habrían muerto en el siniestro, ocurrido en la cordillera Zagros, en el sur de la provincia central de Isfahán.

El avión, un ATR-72 de más de veinte años de antigüedad, despegó del aeropuerto Mehrabad de Teherán a las 8.00 hora local (4.30 GMT) con destino a la ciudad de Yasuy (sudoeste), y desapareció del radar unos 50 minutos después. Se cree que el ATR-72 chocó contra la cima de la montaña Dena, cerca de la localidad de Samirom, en la citada provincia de Isfahán.