Cantantes como Ricky Martin, estrellas del deporte como Cristiano Ronaldo o actrices como Sarah Jessica Parker se han convertido en papás y mamás gracias a otras mujeres. Personajes más próximos como Miguel Poveda, Miguel Bosé, Jaime Cantizano, la baronesa Thyssen... también han querido tener retoños recurriendo a un vientre alquiler. Nuestro famoseo nacional ha tenido que cruzar el océano para convertir su deseo en realidad porque en España la gestación subrogada es ilegal. Portugal acaba de debutar. El pasado 1 de agosto entró en vigor la ley que autoriza el acceso a los vientres de alquiler para mujeres estériles. La norma fue aprobada en el 2016, pero era necesario un decreto reglamentario que especificase su regulación. La ley limita el contacto de la madre gestante con el bebé al «mínimo indispensable» tras su nacimiento, debido a los «potenciales riesgos psicológicos y afectivos que esa relación supone, sin perjuicio de las situaciones en las que la gestante de sustitución es un familiar próximo».

El país vecino ha sido el último en legalizar la gestación subrogada. Otros se habían adelantado a esta iniciativa, tales como Grecia, Holanda, Ucrania y algunos estados de EEUU. En el Reino Unido ya es una realidad desde hace más de tres décadas.

Propuesta de Ciudadanos

La última iniciativa para legislar este polémico tema en España ha corrido a cargo de Ciudadanos. Su líder Albert Rivera presentó a finales de junio en el Congreso de los Diputados una propuesta de ley para regular los vientres de alquiler. La formación naranja ha definido que se trata de una ley «garantista, prudente y altruista». La propuesta reivindica una renta mínima para la mujer gestante, además, la persona que alquile su vientre deberá tener más de 25 años y haber sido madre anteriormente.

La propuesta de ley, que está prevista que se debata el próximo septiembre cuando comiencen las sesiones en la Cámara baja, tiene un escaso recorrido por falta de apoyos de otros grupos parlamentarios. Los partidos mayoritarios la cuestionan. El PP y el PSOE no la respaldan y Unidos Podemos se opone con matices. La iniciativa cuenta con la aprobación de las asociaciones de familias de gestación subrogada.

Los socialistas ya fijaron su posición en el último Congreso Federal celebrado en junio. El texto que se ratificó indicaba que «los vientres de alquiler suponen una mercantilización de las mujeres». El secretario de organización del PSOE, José Luis Ávalos, sentencia: «Para nosotros es un tema zanjado».

La iniciativa de Ciudadanos precedió a un informe elaborado por el Comité de Bioética de España, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad que asesora al Gobierno en materias relacionadas con la ética y la salud. El trabajo sobre la gestación subrogada defiende la «prohibición universal» de esta técnica, al entender que «existen razones sólidas para rechazarla». Este organismo considera que todo contrato de gestación «entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor».