El inminente arribo del huracán Nate al litoral estadounidense del Golfo de México puso en alerta ayer a las autoridades y población de Luisiana, Alabama y Misisipi, cuyas costas se espera que alcance como un ciclón de categoría 2.

La amenaza que supone Nate, que de acuerdo al Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EEUU presenta vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros por hora, ha motivado que las autoridades de los tres territorios declaren el estado de emergencia y la evacuación de zonas costeras de poca altitud sobre el nivel del mar. El presidente estadounidense, Donald Trump, emitió una declaración de emergencia para Luisiana, que permite el despliegue de asistencia federal hacia este estado, tal como dijo el mismo mandatario en Twitter y comunicó vía telefónica al gobernador estatal, John Bel Edwards.

El extremo sureste de este estado, cerca de la desembocadura del río Misisipi, se halla en especial alerta ante la previsión de que el ojo del huracán toque tierra, donde aún están frescos en la memoria los efectos del ciclón Katrina, que en 2005 causó la muerte de más de 1.800 personas. Cientos de residentes de estas zonas se hallan bajo orden de evacuación obligatoria.