La Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas dio luz verde al informe que sentará las bases de la futura ley del alcohol y que propone numerosas medidas para conseguir el «consumo cero» hasta los 18 años, como la de multar a los padres de los menores que beban, acabar con el botellón o la obligación de los jóvenes a soplar si consumen en la calle.

El informe salió adelante casi por unanimidad: 34 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones de ERC y PNV. Su contenido, muy completo y exhaustivo, satisface a los expertos en la lucha contra la adicción al alcohol, pero su traducción en un ley queda en manos del Ministerio de Sanidad. Este se ha comprometido a tener tramitado el correspondiente proyecto de ley en el Congreso este año.

Ante las dudas que puedan surgir sobre la voluntad del ministerio, la diputada conservadora y presidenta de la comisión, Carmen Quintanilla, se mostró convencida de que «se hará eco y recogerá la totalidad del informe». La parlamentaria popular también aseguró que «la industria» apoya también el infor-me, pese a que algunos de sus portavoces mostraron discrepancias sobre las multas a los padres y la inserción de advertencias en el etiquetado sobre los efectos del alcohol sobre la salud. Su actitud es clave, da-do que el lobi del alcohol logró torpedear los cuatro intentos anteriores delimitar por ley el consumo.

Dado el alto grado de acuerdo, apenas ha habido debate. El partido naranja ha introducido la creación de una licencia específica para todos aquellos establecimientos que quieran vender alcohol, la separación del alcohol del resto de productos en los supermercados y la obligatoriedad de derivar a los servicios psicosociales a los menores atendidos en hospitales por abusar de la bebida. IU se mostró contrario a multar a los padres.