El Tribunal Supremo ha condenado a 136 años a un monitor y director de campamentos infantiles celebrados en León y Cáceres en julio de 2011 y 2012 por abusar sexualmente de 16 niños menores de 13 años cuando estaban dormidos y grabarlo. La sentencia del Supremo triplica la que había impuesto la Audiencia Provincial de León al entender, en contra de lo dictado por ese tribunal, que el hecho de que los menores estuviesen dormidos no excluye el delito de pornografía infantil derivado de haber sido grabados durante los abusos, ni la gravedad de la agresión sexual.

No es lógico pensar, como hizo la Audiencia, que el hecho de que los niños estuvieran dormidos supusiera que no se dañara su indemnidad sexual, por lo que se debe aplicar toda la dureza con la que le ley castiga ese tipo de daños a menores de edad, señala el alto tribunal.

Así, el Supremo acepta el recurso de la fiscalía y multiplica por tres la condena a 46 años que impuso la Audiencia. Este tribunal señaló indemnizaciones de 3.000 euros para cada una de las víctimas de abusos continuados, mientras que para el resto de menores señaló 1.000 euros. El Supremo mantiene estas indemnizaciones.

El monitor, en prisión desde 2012 -cuando fue detenido- fue denunciado por su mujer, quien encontró varios dvd con contenido pedófilo grabados en el campamento de Carucedo (León) y también en unas piscinas de Madrid en las que fue socorrista. Durante el juicio el acusado reconoció haber instalado cámaras de visión nocturna en las habitaciones donde dormían los niños.