Millones de niñas en África están en riesgo de mutilación genital femenina debido a que sus gobiernos no aplican las leyes que prohíben esta práctica, condenada a nivel internacional. Los líderes mundiales se han comprometido a poner fin a esta realidad, que implica la retirada total o parcial de los genitales externos y que afecta a 200 millones de niñas y mujeres, según los objetivos de desarrollo acordados en el 2015.

Mientras se dan los pasos necesarios para arradicar esta lacra, los casos no cesan. Ayer se conoció que las autoridades de Burkina Faso han detenido a dos mujeres por llevar a cabo ablaciones a niñas después de que cerca de 50 de ellas, algunas de cuatro años, hayan sido hospitalizadas debido a complicaciones sufridas tras los procedimientos.

Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión británica BBC, las autoridades han detenido además a varios familiares de las pequeñas por llevarlas a que se les practicara la mutilación genital, ilegal en el país desde 1996 y penada con hasta tres años de cárcel. Las ablaciones fueron llevadas a cabo entre el 4 y el 6 de septiembre en el área de Kaya, situada unos cien kilómetros al norte de la capital, Uagadugú. El doctor Dieudonne Ouedraogo ha subrayado que algunas de las niñas sufren complicaciones graves.

La ministra de Asuntos de la Mujer, Laurence Marshall Ilboudo, ha manifestado que el número de niñas sometida a la práctica es probablemente mayor, si bien no todas han sido localizadas hasta la fecha.

55 MILLONES DE CASOS // Muchas comunidades que llevan a cabo esta práctica la consideran crucial para el estatus social de las mujeres y como un requisito para su matrimonio, si bien el ritual causa graves daños físicos y psicológicos. Se calcula que 55 millones de niñas menores de 15 años en África han sido sometidas a la ablación o están en riesgo de serlo. La mitad viven en tres países -Egipto, Etiopía y Nigeria-- que ya han prohibido la práctica.

Una tendencia es que los padres en países en los que la ablación es ilegal las lleven al extranjero, por ejemplo de Burkina Faso a Malí, para materializar esta práctica.

--Europa Press--