El mismo día que decenas de policías municipales de Madrid pedían respeto para su trabajo y cuentas a su ‘jefe político’, tres grupos de la oposición municipal madrileña -PP, PSOE y Cs- exigían también en sesión plenaria «responsabilidades políticas» a Javier Barbero, delegado de Seguridad del gobierno de Manuela Carmena, por su falta de «transparencia» y de información durante los disturbios del jueves pasado en Lavapiés tras la muerte de un vendedor ambulante. Esta propuesta del PSOE, socio de investidura de Ahora Madrid, salió adelante en la sesión plenaria. La petición del PP para que la alcaldesa cesase a su edil y la de Cs, que pedía crear una comisión de investigación sobre los incidentes, fueron rechazadas.

El texto aprobado expresa su apoyo al trabajo de la Policía Municipal, al igual que al Samur, los bomberos y los equipos de limpieza, y exige al gobierno poner en marcha una mesa por la convivencia y seguridad en el barrio y una «tarjeta de vecindad» que recoja los servicios municipales a los que tienen derecho los inmigrantes irregulares.

El concejal Javier Barbero, aseguró ya antes del pleno que no iba a dimitir por los incidentes aunque se lo pidiera la oposición o los sindicatos porque su actuación fue «correcta», al margen de que haya «cosas discutibles» como la gestión comunicativa. «Yo no voy a dimitir por algo que creo que ha sido correcto», insistió tajante el edil responsable, precisamente, de la Policía Local.