Una roca procedente de un cometa generó en la madrugada de ayer una gran bola de fuego que sobrevoló el sur de España, de la que un pequeño fragmento se convirtió en meteorito y cayó al Mediterráneo frente a las costas de Murcia. La velocidad de la roca rondaba los 65.000 kilómetros por hora, lo que dio lugar a que ésta se volviese incandescente y que se generase un espectacular e insólito fenómeno luminoso.