Paleontólogos de China, en colaboración con colegas de Canadá y el Reino Unido, han descubierto una cola con plumas de un pequeño dinosaurio en una pieza de ámbar de hace 99 millones de años, en el Cretáceo medio, un hallazgo que podría aportar relevante información sobre las plumas, el color de la piel y otros detalles que no pueden determinarse a partir de los huesos fósiles. Un descubrimiento de este tipo está en el origen de 'Parque Jurásico' y otros relatos de ciencia ficción.

La pieza fue hallada el año pasado de forma casual cuando estaba a la venta en un mercado de la ciudad de Myitkyina, en Myanmar, la antigua Birmania. En la misma región se han encontrado en las últimas décadas numerosos restos de ámbar de gran tamaño y en su interior se han detectado multitud de insectos que han hecho las delicias de los coleccionistas. También se conocen piezas con restos de anfibios y lagartijas de hace millones de años, pero no dinosaurios.

El paleontólogo Lida Xing, de la Universidad China de Geociencias, en Pekín, fue quien descubrió la pieza de ámbar, que ya había sido pulida para ser usada en joyería. De hecho, el vendedor de Myitkyina pensaba que lo que se apreciaba en su interior, al margen de unas hormigas, eran restos vegetales. El análisis se publicado en la revista 'Current Biology'.

Aunque inicialmente fue difícil distinguir los detalles, Lida Xing y sus colegas recurrieron a la exploración de tomografía computarizada y a observaciones microscópicas para extraer conclusiones.

TRES CENTÍMETROS

Ryan McKellar, del Royal Saskatchewan Museum (Canadá), explica que el nuevo material preserva unos tres centímetros de la cola de un terópodo de escasa edad. Consta de ocho vértebras. Las plumas indican que la cola del dinosaurio tenía una superficie superior de color marrón castaño y una inferior blanca o pálida. Asimismo, carece de un eje central bien desarrollado o raquis.

En su opinión, el animal se quedó atrapado en el ámbar estando todavía con vida. "Podemos estar seguros de que es un dinosaurio, no un ave, porque las vértebras no se funden en un pigóstilo como en las aves modernas y sus parientes más cercanos. En cambio, es larga y flexible, con quillas de plumas a cada lado. En otras palabras, las plumas son definitivamente las de un dinosaurio y no de un ave prehistórica". Otro detalle fascinante es que el examen químico de la cola ha revelado la presencia de rastros de hierro, una reliquia de la sangre del animal.