Protección Civil en Italia informó ayer de que pronto se conocerá la cifra definitiva de muertos tras el terremoto del pasado 24 de agosto y aseguró que se buscan soluciones habitacionales que permitan a los supervivientes «pasar el invierno en la montaña».

«En la zona tenemos números que sobre todo se están estabilizando. No hemos encontrado nuevos desaparecidos, entonces, digamos que estamos llegando a la cifra definitiva», dijo Paolo Baccari, uno de los responsables de este departamento, en declaraciones a los medios desplazados a Amatrice, en el centro de Italia.

«La cifra es horrible, 290 muertos. Esperamos tener la certeza en poco tiempo de que no hemos dejado a ninguno bajo los escombros», agregó.

El representante del organismo de Protección Civil explicó que también el número de evacuados que necesita asistencia se está estabilizando: «Tenemos 2.700 personas acogidas en los campamentos habilitados en las distintas localidades afectadas por el seísmo». Esto demuestra, prosiguió, que la situación se está «normalizando».

De hecho, en Amatrice ya se aprecia el restablecimiento de algunos servicios básicos, las comunicaciones telefónicas han sido reparadas, hay menos ambulancias, menos personal de los equipos de rescate y menos medios de comunicación en el lugar.

«Si hoy uno echa un vistazo a Amatrice se da cuenta de que hay un poco menos de movimiento, un poco más de organización, todos se están concentrando en los últimos objetivos de búsqueda», señaló el responsable del organismo de salvamento.

Los dispositivos desplegados se están «preparando para una nueva fase que es la de concentrarse en los supervivientes, en la gente que permanece en los campamentos pero también en la gente que permanece en sus casas en localidades aisladas». Sostuvo que hay en pequeñas localidades, como la devastada Saletta, gente que se resiste a abandonar sus casas y permanece aislada, porque son pequeños agricultores o ganaderos que necesitan de su actividad para seguir subsistiendo.

Cinco días después del terremoto, los equipos de rescate analizan ya qué va a ocurrir con los supervivientes que tendrán que afrontar el frío invierno en pocos meses, y lejos de sus hogares.

Baccari relató que en este seísmo, a diferencia del que ocurrió en L’Aquila (centro de Italia) en 2009 cuando hubo 7.000 damnificados, hay menos personas que han sufrido la pérdida de sus casas, porque las localidades golpeadas son pequeños pueblos de montaña con pocos habitantes.

Para los que requieran una vivienda provisional, Protección Civil buscará soluciones que pasen por su traslado a albergues o residencias, dotarles de casas de madera provisionales o de estructuras prefabricadas.

El organismo, además, intentará ofrecer alternativas a quienes no quieran moverse, pero serán provisionales, dijo Baccari.