SARS (gripe asiática), ébola, zika: un siglo después de los 50 millones de muertes de la gripe española las epidemias graves se multiplican, y los expertos advierten de que parece inevitable una nueva pandemia en nuestro planeta hiperconectado.

"Las pandemias se están convirtiendo en amenazas reales para la humanidad", ha advertido Elhadj As Sy, secretario general de la secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en declaraciones a AFP desde Davos. El riesgo se ha tomado muy en serio en el Foro Económico Mundial, que reúne anualmente en Suiza a líderes empresariales, políticos e intelectuales selectos para analizar los problemas más apremiantes que afronta el mundo, entre ellos, la salud y el medio ambiente.

"Sabemos que sucederá, pero no hay forma de prevenirlo", ha asegurado Sylvie Briand, experta de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este año marca el 100 aniversario de la conocida como gripe española, importada de Estados Unidos por soldados que llegaron a Europa a combatir, la peor pandemia de la historia. Entre 40 y 50 millones de muertes en todo el mundo en dos años, más víctimas que en la primera guerra mundial.

"India perdió el 5% de su población en 1918. Este es el único periodo en su historia donde la población del país ha disminuido", dijo Richard Hatchett, director general de CEPI (Coalición de Preparación Epidémica). Un siglo después, sigue siendo el escenario de un virus gripal desconocido que temen la mayoría de los expertos.

"La gripe es un virus respiratorio que se propaga fácilmente y las personas pueden ser contagiosas antes de presentar los síntomas, por lo que no es fácil de controlar", explica Sylvie Briand.

Muchos de estos virus también tienen la distinción de poder 'casarse' entre ellos, o con virus aviares o porcinos, para formar combinaciones potencialmente devastadoras para los humanos.

A pesar de la aparición de antivirales, antibióticos y primeras vacunas, otras dos pandemias, en 1957 y 1968, causaron varios millones de muertes.

Vulnerabilidad

Epidemias más recientes, como el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), fueron responsables de más de 770 muertes en Asia en el 2003, lo que nos han recordado que el mundo sigue siendo vulnerable.

"En los últimos tres años, ha habido un brote de ébola en África Occidental, Zika en América del Sur y, más recientemente, una epidemia de peste en Madagascar", ha asegurado Elhadj As Sy, de la FICR.

Para Briand, "la humanidad es más frágil frente a las epidemias porque estamos mucho más conectados y nos movemos mucho más rápido que antes. Cuando viajamos, los virus viajan con nosotros".

"Todavía estamos manejando las consecuencias del zika", afirma Richard Hatchett. El brote a finales del 2015 en América Latina de este virus responsable de malformaciones graves en fetos, conocidas desde hace 70 años, sorprendió a los científicos. Como el ébola, la fiebre hemorrágica que mató a más de 11.000 personas en Guinea, Liberia y Sierra Leona en 2014 y 2015.

Alto coste

Además de sus terribles consecuencias humanas, estos virus suponen un alto coste económico. En el 2015, la aparición de unos cientos de casos de síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) en Corea del Sur "ha reducido la economía coreana en 10.000 millones de dólares", detalla Richard Hatchett. Producir una nueva vacuna es arriesgado y lleva mucho tiempo, de cuatro a seis meses, dice el jefe de la OMS.

También es muy costoso, porque requiere muchas pruebas, dice Peter Piot, experto en medicina tropical de Londres.

No es suficiente para motivar a muchas compañías farmacéuticas. Para Richard Hatchett, "no existe un mercado comercial para estos productos, hasta el estallido de una epidemia donde, de repente, todo el mundo quiere una vacuna que no existe".