Comisiones Obreras (CCOO) estima en 3.500 millones de euros lo que costaría volver a escolarizar durante un año a los 687.430 jóvenes de 18 a 25 años que no tienen titulación posobligatoria (sin Bachillerato ni FP grado medio) y no estudian, es decir, integran el abandono educativo temprano (AET).

Este es uno de los datos incluidos en el informe '¿Por qué la población joven abandona los estudios?', elaborado por laFederación de la Enseñanza del sindicato, que analiza la evolución del AET entre 1992 y el 2016. El estudio se ha presentado en Madrid.

El porcentaje de AET en España en el 2016 era del 19% (687.430 jóvenes, la mayoría varones), frente al 10,7% de la media de la UE. En cualquier caso, la situación ha mejorado en las dos últimas décadas, puesto que el abandono ha bajado del 41% al 19% entre 1992 y el 2016.

El perfil es "un varón que piensa que su reinserción laboral es más ventajosa que continuar estudiando", ha explicado el responsable del gabinete de Estudios de CCOO, Miguel Recio, que ha especificado que volver a traer a un alumno a la escuela cuesta 5.169 euros en un centro público.

"¿Cuánto se está dispuesto a pagar para acabar con el AET?", se ha preguntado el secretario general de Educación de CCOO, Francisco García, que ha comentado que desde 2009 los "recortes" se han llevado más de la mitad de los citados 3.500 millones de euros.

García ha señalado que "el abandono educativo temprano está más vinculado a la evolución del ciclo económico que a políticas educativas", pero ha resaltado que es "una de las principales tareas pendientes en nuestro país", al igual que ocurre con nuestra menor competencia en inglés, menor número de alumnos en Formación Profesional (FP) y las mayores tasas de repetición.

"La Lomce no es la solución", ha enfatizado García, que ha asegurado que "cualquier pacto educativo o acuerdo debe contar con un plan integral para reducir el AET".

CCOO subraya "las importantes e históricas diferencias territoriales en educación y también en la tasa de abandono educativo". Así, en el primer periodo (de 1992 a 2000) todas las autonomías redujeron la tasa de AET, pero menos que la media en Baleares (en donde el empleo juvenil es alto), Murcia, Catalunya y Extremadura. Por el contrario, la reducción fue mayor que la media en el País Vasco, Navarra, Madrid y Aragón. En el segundo periodo la tasa repuntó, pero muy por encima de la media, en La Rioja, Madrid, Castilla y León y Aragón. En el periodo de la crisis (2008-2016), la tasa de AET ha descendido en todas las autonomías.

Entre las propuestas de CCOO para acabar con el AET se encuentran universalizar la escolarización hasta los 18 años (sin ser obligatorio), generalizar la FP en la mayoría de los institutos, cubriendo la demanda de estas enseñanzas, y adecuar este tipo de formación a las características del colectivo que ha abandonado las aulas.