El caso del rastreo de datos personales en las wifis públicas por parte de Google ha acabado con multa también en España siete años después. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha impuesto una multa de 300.000 euros a Google España, la máxima posible, por recoger y tratar sin permiso datos personales como correos electrónicos y direcciones de redes y dispositivos. Varios coches de Google Maps recorrieron entre el 2008 y 2010 las calles de todo el mundo con la intención de fotografiar las calles de las principales ciudades, pero acabaron recogiendo indiscriminadamente información que captaban de redes wifi y que incluían los datos que almacenaban algunos routers. La empresa tenía la intención de incorporar esos puntos wifi a su servicio, pero en lugar de desechar la información personal que no le interesaba, la conservó y la trató. El caso lo destapó Alemania y fue uno de los primeros que activaron una protesta conjunta de los organismos de privacidad. Estas quejas fueron las primeras actuaciones del llamado Grupo de Trabajo del Artículo 29, en el que las agencias de protección de datos europeas contrastan sus actuaciones.