El excapitán del crucero Costa Concordia Francesco Schettino ha entrado hoy en la cárcel romana de Rebibbia después de ser condenado en firme por el Tribunal Supremo a 16 años por el naufragio del citado buque, en 2012, en el que murieron 32 personas.

Schettino se personó en el nuevo complejo de la penitenciaría romana, a cuyas puertas había esperado la sentencia del Supremo, para comenzar a cumplir condena, sin esperar las 48 horas en las que la orden de encarcelamiento se hace ejecutiva.

Su intención, según los medios, sería la de evitar las cárceles de Nápoles, de donde es natural, por su estado de abarrotamiento pero se desconoce por el momento si cumplirá la pena en la prisión romana, de acuerdo con las mismas fuentes.

Schettino estaba imputado por los delitos de naufragio culposo, homicidio culposo, abandono de la nave y por no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo que provocó el accidente.

Su abogado, Severo Sanese, ha avanzado que una vez estudie la sentencia se planteará presentar un recurso al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.