El avance de la tecnología no solo afecta a la mejora del rendimiento de los coches y sus sistemas de seguridad. Las autoridades también usan nuevos métodos para cazar a los infractores al volante. Ya no solo es posible hacerle una foto a un conductor pisando de más el acelerador, sino que también se puede detectar si no se ha puesto el cinturón de seguridad o si está llamando a alguien mientras conduce.

En 2015, la DGT anunció que a lo largo de 2016 pretendía instalar 277 cámaras de cinturón y móvil en las carreteras de España. Cumplido el plazo, ya han entrado en funcionamiento 222 por todo el estado. La DGT ha hecho pública una lista con la ubicación de todas las cámaras que hay instaladas hasta ahora. La lista, sin embargo, no incluye las de Cataluña y el País Vasco porque estas comunidades tienen sus propias competencias de tráfico.

El cinturón es el sistema de seguridad más eficaz en un turismo. En los choques frontales reduce hasta un 90% el riesgo de morir y de sufrir heridas en la cabeza. En otros tipos de accidente, el cinturón salva hasta un 50% más vidas.

¿CÓMO FUNCIONAN?

Las cámaras dispuestas por todo el país son capaces de realizar hasta 50 capturas por segundo. Acto seguido, las imágenes son enviadas al centro de control de Tráfico en León. Los agentes comprobarán si algún ocupante de los vehículos circula sin cinturón de seguridad o si está hablando por el teléfono móvil. Si se produce infracción, se enviará un boletín de denuncia al titular del vehículo para que se identifique.

LAS MULTAS

Una denuncia de alguna de estas cámaras procede a el envío de una multa de 200€ y la pérdida de tres puntos del carnet. El precio y la sanción son los mismos si el conductor no lleva el cinturón puesto o si está haciendo una llamada. En el caso de que sea un acompañante el que no se haya puesto el cinturón de seguridad, la multa será de 200€ pero no se le quitarán puntos al conductor. Por último, si un menor de 12 años no va en un sistema de retención infantil, sí que conllevará la pérdida de puntos.

Según la DGT, el 24% de los fallecidos en accidente en 2014 no usaban el cinturón de seguridad. Tráfico estima que un 10% de los ocupantes de los asientos delanteros, y un 20% de los traseros, aún no se abrochan el cinturón con regularidad, hecho que se agrava dentro de los pueblos de menos de 60.000 habitantes. En estas zonas, entre el 30 y el 40% de los viajeros pasa de ponérselo.

¿QUIÉNES ESTÁN EXENTOS DE PONÉRSELO?

Como en todas las normas, hay excepciones. Según el Reglamento General de Circulación, aquellos conductores que estén dando marcha atrás o estacionado pueden quitarse el cinturón de seguridad. Las personas con un certificado oficial por causas médicas graves o de descapacidad física también podrán circular sin abrocharse el cinturón.

El 24% de los fallecidos en 2014 no usaban el cinturón. En caso de choque frontal, su uso aumenta un 90% las probabilidades de sobrevivir.

Dentro de ciudad, los taxistas podrán conducir sin ponérselo cuando estén de servicio, igual que los profesores de autoescuela cuando acompañen a un alumno durante las prácticas. Por razones de comodidad, los conductores quer realicen tareas de carga y descarga de mercancías podrán no ponerse el cinturón para desplazarse a puntos poco separados los unos de los otros.

Finalmente, los médicos, bomberos y policías, en vehículos de servicios de urgencia, también podrán circular sin ponerse el cinturón de seguridad.

No cuesta nada abrocharse el cinturón y dejar el móvil a un lado mientras se conduce. No ponérselo aumenta desmesuradamente el riesgo de fallecimiento y, ahora, costará 200 euros más la pérdida de tres puntos. El uso del móvil no solo pone en peligro al que lo usa, es peligroso para los conductores que se crucen con él.