La Guardia Civil ha desarticulado una trama de tráfico de armas que se dedicaba a transformar armas detonadoras para efectuar fuego real, en una operación que se ha llevado a cabo en una veintena de provincias españolas y que ha supuesto la detención de 26 personas. La investigación se ha desarrollado en Sevilla, Jaén, Huelva, Cádiz, Córdoba, Granada, Almería, Madrid, Barcelona, Ciudad Real, Gijón, Murcia, Badajoz, Zamora, La Coruña, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Valencia, La Rioja, Guadalajara y Zaragoza.

La denominada Operación Balín, desarrollada en dos fases, se ha saldado a nivel nacional con estos 26 arrestados y 17 investigados, así como con 126 armas de fuego y 6.000 cartuchos metálicos intervenidos, ha informó ayer la Guardia Civil.

La investigación comenzó en Sevilla en noviembre de 2016, cuando se detectaron varios anuncios en portales de internet en los que «bajo diferentes subterfugios» se ofertaba la venta de armas detonadoras transformadas para efectuar fuego real, además de munición de proyectil para las mismas.

La Guardia Civil descubrió que el autor de estos anuncios era un vecino de Sevilla de 53 años que se dedicaba a adquirir masivamente, en diferentes establecimientos de España, armas detonadoras que posteriormente sus compradores manipulaban para que pudieran disparar munición con proyectil, siguiendo sus instrucciones.