Un grupo de arqueólogos portugueses ha localizado en aguas cercanas a Galicia un navío naufragado del siglo XVI, aunque todo lo demás es, de momento, un misterio. El equipo luso que lo ha encontrado sospecha que regresaba de un viaje por el norte de Europa y, por los cuatro cañones -dos de hierro y dos de bronce- que se han hallado en su interior, iba bien pertrechado. Aunque, gracias a los centenares de objetos y piezas rescatados, pronto se podrán conocer más detalles.

Los primeros vestigios del descubrimiento llegaron con la marea en un tormentoso día del 2014 a orillas de la playa de Belinho, en el norteño municipio de Esposende, a apenas 100 kilómetros de Galicia. Los hermanos João y Alexandre, vecinos de la localidad, dieron la voz de alarma y desde entonces están siendo analizados por un proyecto europeo liderado por la investigadora española Ana Crespo Solana.

Las pistas no han tardado en conducir al equipo de investigadores portugueses hasta el naufragado barco, cuya ausencia de pillaje a lo largo de los años y la capa de sedimentos que lo protege lo convierten en un auténtico tesoro arqueológico. "Es uno de los más completos de su clase encontrado a nivel mundial", además de "uno de los descubrimientos arqueológicos subacuáticos más importantes realizados en Portugal", declara la arqueóloga del Ayuntamiento de Esposende Ana Paula Almeida.

La gran cantidad de platos y objetos personales recuperados permitirá a este equipo de investigadores conocer e indagar en los detalles de la vida privada de las gentes que iban a bordo del funesto navío. Un descubrimiento que ya ha llamado la atención de la comunidad arqueológica internacional, atrayendo el interés de las revistas de divulgación arqueológicas extranjeras, en tanto que se preparan varios artículos académicos sobre este hallazgo.