El Ayuntamiento de Madrid ha destituido a Ramón Ferrer Prada, director artístico responsable de la programación de la polémica obra de títeres para las fiestas del Carnaval de Madrid. La función acabó con la detención de dos personas por enaltecimiento al terrorismo por la exhibición de un cartel proclamando "Gora ETA".

La concejala del ayuntamiento, Celia Meyer, no dimitirá y ha señalado que están "absolutamente indignados" con lo ocurrido en la representación infantil de Tetuán, que mostró "contenidos de carácter inapropiado para el público infantil", sin especificar cuáles son dichos contenidos. Además, Mayer ha defendido que el método habitual es que los programadores elijan los contenidos en función de las sinopsis recibidas que, en este caso, "no tenía nada que ver con lo que se produjo en aquella plaza".

Por todo ello ha ordenado "con carácter inmediato el cese de la relación laboral con los programadores del Carnaval de Madrid, que va a ser ejecutado por el departamento jurídico de Madrid Destino con suma brevedad".

La edil ha apuntado que, aunque "hay un clima político de bastante crispación", en este caso "se ha cometido un error en la programación que ha ofendido a gente y nosotros hemos tomado las decisiones políticas que teníamos que tomar".

APOLOGÍA DEL TERRORISMO

Los dos miembros de la compañía Títeres desde Abajo representaban en Tetuán la obra 'La bruja y don Cristóbal' en la tarde del viernes, en la que mostraron el ahorcamiento de un juez, el apuñalamiento de una monja, y un cartel de "Gora Alka-ETA". Los padres asistentes avisaron a la Policía, que detuvo a ambos titiriteros. Al ser acusados de un delito de enaltecimiento del terrorismo, declararán este sábado ante el juez de guardia de la Audiencia Nacional.