¿Puede una empresa controlar el contenido de los correos electrónicos privados de sus empleados en horario laboral? La respuesta es no, según una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, también conocido como Tribunal de Estrasburgo, salvo que la empresa avise al trabajador con antelación de la naturaleza y el alcance de la supervisión de las comunicaciones en el entorno profesional.

Bogdan Mihai Barbulescu, un joven ingeniero rumano encargado de ventas en una empresa de Bucarest, fue despedido el 6 de agosto del 2007. A petición de la compañía, Barbulescu creó una cuenta en Yahoo messenger para responder a las peticiones de los clientes.

El 3 de julio del 2007, la empresa informó del despido de un trabajador por usar para uso privado internet, el teléfono y la fotocopiadora. Diez días más tarde, Barculescu fue llamado al orden.