La Audiencia Nacional ha abierto diligencias para investigar los cortes de cable de fibra óptica que se produjeron el viernes en dos puntos de la línea de alta velocidad en Cataluña, incidencia sobre la que se está reforzando la hipótesis de un posible sabotaje.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció ayer que un juzgado de la Audiencia Nacional ha abierto diligencias para investigar el suceso, que calificó de "gravedad extrema" y que el Gobierno quiere se investigue "hasta el final".

Fuentes jurídicas confirmaron que las diligencias se abrieron ayer, por parte del juez Juan Pablo González, a instancias de las Fuerzas de Seguridad.

Según Sáenz de Santamaría, podía tratarse "incluso de un sabotaje", hipótesis que tomaron ayer más consistencia con las declaraciones de otros miembros del Gobierno. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, comentó que afectó a la circulación de 40 trenes y 13.000 viajeros, que fue "un acto dirigido, voluntario y no accidental, no asociado con un robo de material con móvil económico". El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, dijo que entre las posibles causas de la paralización del AVE en Cataluña hay "claros elementos que apuntan a sabotaje".

Los primeros indicios en la investigación abierta por los Mossos apuntan a que el corte de los cables de las vías entre Vilafranca y Gelida fue un acto perpetrado por saboteadores.

El administrador de infraestructuras ferroviarias Adif, que mantiene abierta una investigación con sus técnicos para esclarecer los hechos, confirmó que se produjeron cortes de cable de fibra óptica en cada vía, tanto del cable principal como del redundante, éste en paralelo al anterior e instalado por si falla el primero. Este tipo de cable de fibra óptica, que sirve para transmitir datos, no lleva cobre y tampoco tiene valor alguno en el mercado negro. Las investigaciones oficiales han precisado que las personas que penetraron en la línea de alta velocidad rompiendo la valla de protección solo se llevaron unos 25 cm de cobre de una toma de tierra.

Adif ha recordado que su presidente, Gonzalo Ferre, reclamó en el último año en dos ocasiones a la Generalitat que reforzase su actuación para evitar el robo de conductores eléctricos en la red ferroviaria, ya que ello causaba en la actualidad el 20,1% de las incidencias que se producen en Barcelona.

En una carta al entonces consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Ramón Espalader, Ferre solicitó que se adoptasen todas las medidas necesarias en el ámbito de sus competencias para poder hacer frente a esta "grave" situación.