Al menos son 44 las personas fallecidas y 350 las desaparecidas por un deslizamiento de tierra que arrasó el pasado jueves un asentamiento aledaño a la capital de Guatemala, informaron ayer diversas fuentes oficiales.

La portavoz del Ministerio Público (MP-Fiscalía), Julia Barrera, indicó a periodistas que la cifra de víctimas mortales asciende a 44, pero agregó que de ellas solo han sido identificadas 20 y que de algunas de las otras 24 solo hay algunos restos.

Por su parte, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) cifró en 350 los desaparecidos.

Inicialmente las autoridades estimaban en 600 los desaparecidos, cifra que disminuyó a 450 la tarde del pasado viernes.

Este desbarajuste en las cifras se debe a la lentitud de "los protocolos", según dijo a Efe el secretario ejecutivo de la Conred, Alejandro Maldonado, quien agregó que los datos de la institución que representa, a pesar de ir "más lentos" son "muy confiables". "Tristemente sabemos que no van a bajar", añadió.

Explicó además que el número de desaparecidos va disminuyendo en la medida en que la población reporta a la municipalidad su estado, por lo que hizo un llamamiento a los afectados para que se pongan en contacto con las autoridades.

La Conred, por medidas de seguridad, ha prohibido el acceso a la "zona cero" de cualquier persona que no esté autorizada, y reiteró que el país tiene "la capacidad" para hacer frente a este suceso.

Tras más de 24 horas de trabajo, mañana finaliza el plazo de 72 horas de búsqueda establecido en el protocolo internacional, y aunque la decisión de continuar depende de todas las instituciones implicadas, Maldonado dijo a Efe que se inclina a pensar que los equipos van "a continuar".

La institución estatal, que declaró el pasado viernes alerta naranja a nivel nacional y roja a nivel municipal, continúa intentando desalojar de sus viviendas a la población aledaña que pudiera estar en peligro.

El Gobierno español ha trasladado al pueblo y a las autoridades de Guatemala un mensaje de solidaridad y afecto tras la muerte de al menos 40 personas y la desaparición de 350 por el deslizamiento de tierras ocurrido por las lluvias de los últimos días.